Querida Iglesia,
Sé que puede ser difícil despertarse un día y darse cuenta de que la vida parece estar de arriba a abajo. Sé que a veces cuesta levantarse y pensar que nada va a cambiar. Pero todavía hay esperanza. Todavía hay esperanza para todos ustedes. Todavía hay esperanza para la humanidad. Esta es la llamada de atención que estabas esperando. Dios desea usar tus ojos despiertos para ayudar a otros a llegar al conocimiento de la verdad. Olvídense de los títulos denominacionales y comiencen a buscar a Dios en alineación juntos. No importa dónde te encuentres, no importa tu físico, no importa tu origen y de lo que Dios te haya sacado, no importa tu situación actual… LEVÁNTATE. Fuiste creado para ser la luz de la tierra y si la luz no es luz, el mundo ni siquiera supiera cómo es la luz. Somos las Manos de Dios y los Pies de Dios aquí en la tierra. Todavía hay esperanza para tu familia, para tus vecinos, y para las naciones. Solo ten fe en que Dios está escuchando tus oraciones. Él ha escuchado en lo alto y está tomando en cuenta cada oración, cada lágrima que has llorado por otra persona y no lo toma a la ligera porque se preocupa por ti y te ama. Puede que no sepas cuánto tiempo has estado sirviendo a Dios o de dónde eres. Pero por favor no dejes lo que haces para Dios o a Dios. Dios necesita que te levantes y hagas aquello a lo que fuiste llamado. Haz lo que estabas destinado a hacer. No dejes de intentarlo. Todavía hay esperanza. Continuen, incluso si no ven que ocurra nada. Dios ciertamente está obrando en lo alto. Está demasiado ocupado haciéndolo. No sueltes todo ahora.
Atentamente,
Un miembro de la familia de la fe