Querido Dios,
Eres la última fuente de fuerza. Cuando la fuerza estan débil, nos recuerdas la Cruz. Nos recuerdas lo que tu Hijo tuvo que soportar en la Cruz. Nos recuerdas que eres exactamente quien dices ser. Nunca le fallas a Dios. Eres un misterio pero te permites ser conocido por Tu Creación. Respiras la existencia como ningún otro. Escondes tu iglesia para luego sacarlas a la luz. Tú preparas a los humildes para cosas más grandes en tu reino. Levantas, derribas. Rompes las limitaciones para hacer exactamente lo que Dios quería que hiciéramos. Tú eliges a quien quieres elegir para tu gloria y eres tan buen buen Padre. Te revelas a quien quieras. A veces, es difícil verte. Siempre, deseamos verte cara a cara. Pero a veces, nos enseñas que no es por vista sino por fe. Fe en que llegaremos a verte cara a cara y que los sufrimientos de este mundo, no se comparan con la gloria que se revelará en nosotros. Nos pones en nuestros caminos juntos para hacer algo tan maravilloso y eso es lo que llamas tu cuerpo, la iglesia. Por la que sangraste. ¿¿Se sentia solo?? ¿¿Se sintio doloroso?? ¿Pensaste en las personas que después de las generaciones venideras te honrarían? ¿Pensaste en nuestro dolor y en cómo te encarnaste para ser un regalo de salvacion para los demás? ¿Pensaste en mi? ¿Pensaste en nosotros? ¿Decidiste que el dolor valió la pena? ¿En que estabas pensando? ¿Estabas pensando en nosotros cuando fuiste clavado en la Cruz por tu propia cultura? ¿Tuviste tanto dolor? ¿Cómo están tus manos? ¿Cómo fue tu herida? Eres tan fuerte para poder amar todavía a tus enemigos. A pesar de todo. Todavía eliges amar.
Jesús eres Dios. No hay otro Dios más que tú.
En el nombre de Jesús, he llegado a saber, amén.
Atentamente,
Un miembro de la familia de la fe