Querido Dios,
Me pregunto si tus días de viaje fueron un poco extraños para ti. ¿Cómo estaban tus pies? ¿Cómo fue tu corazón hacia aquellos a quienes enseñaste? ¿Cómo era posible mirar a tu propia gente y aun así entender que no podían entenderte a menos que se lo dijeras a sus mentes? ¿Cómo puedes decidir seguir amando a la raza humana después de todo lo que hemos hecho en contra de tu palabra? A veces me pregunto si esta es realmente la copa que hemos tenido que soportar debido a la caída de nuestra naturaleza pecaminosa. A veces cuesta creer que somos la razón de tu corazón. A veces me pregunto si la gente realmente no se dio cuenta de que puedes hacer lo que quieras con quien quieras y puedes decidir levantar a los demás cuando quieras. A veces, admitir esto públicamente, pero a veces se pone un poco irregular y se pone un poco tenso. Pero la guerra espiritual cesa cada vez que adoro tu nombre. Cada vez que abro la Biblia, los pensamientos negativos de repente se desvanecen en el aire. Dios, eres más real que la piel de mis manos. No hay manera, no hay forma posible de que tu existencia pueda ser contenida. Si entraras en una habitación, tu presencia se sentiría desde todos los rincones. Ayúdanos a recordar cómo llevar tu presencia a un lugar dondequiera que vayamos para que quienes nos rodean puedan sentir paz y serenidad. Dios, eres un fuego que todo lo consumes y deseas llenarnos con tu presencia cada vez que nos acercamos a ti. Ayúdanos a hacer precisamente eso.
En el nombre de Jesús, amén.
Atentamente,
Un miembro de la familia de la fe