Querido Dios,
Gracias por los días que podemos ir a la iglesia. Durante días que pueden parecer sombríos, pero siempre brindan una nueva palabra fresca y un mecanismo de aprendizaje dentro de tus recipientes ordenados. Continúe usando predicadores, pastores, maestros, evangelistas, y profetas para su gloria, honor y propósitos. No importa su nacionalidad, origen, etnia, antecedentes, testimonio, y raza. Continúa moviéndote a través de ellos para pastorear el rebaño que les has permitido pastorear a través de la palabra que has depositado en ellos. Continúe mostrándoles el camino correcto a seguir. Ayúdalos a no huir de tu presencia, sino a huir de toda forma de tentación que el enemigo intente poner en sus caminos. Úsalos para tu gloria, honor, y propósitos. Continúe estableciendo congregaciones a través de muchos de ellos, ya sea físicamente o en el espíritu. Ayúdalos a verte como te gustaría que te vieran. Mantenlos a salvo de cualquier obstáculo que les impida difundir tu palabra. Abre nuevas puertas para que puedan hacer tu voluntad y utilízalos poderosamente solo para tu gloria, solo para tu honor, y solo para tu propósito. Que les des nuevas visiones, nuevos sueños, nuevos propósitos, solo para ti. Gracias por ser tan buen Padre y por considerar sus ministerios.
En el nombre de Jesús, amén.
La gloria te pertenece solo a ti.
Atentamente,
Un miembro de la familia de la fe